miércoles, 2 de marzo de 2011

LOS REGALOS QUE TE DA DIOS

LAS PERLAS

Jenny era una linda niña de cinco años de ojos relucientes.
Un día mientras ella con su mamá visitaban la tienda, Jenny vio un collar de perlas de plástico que costaba 2.50 dólares.
¡Cuánto deseaba poseerlo!
Preguntó a su mamá si se lo compraría, y su mamá le dijo:
"Hagamos un trato, yo te compraré el collar y cuando lleguemos a casa haremos una lista de tareas que podrás realizar para pagar el collar, ¿está bien?"
Jenny estuvo de acuerdo, y su mamá le compró el collar de perlas.
Jenny trabajó con tesón todos los días para cumplir con sus tareas. En poco tiempo Jenny canceló su deuda. ¡Jenny amaba sus perlas!
Ella las llevaba puestas a todas partes: al kinder, a la cama, y cuando salía con su mamá.
Jenny tenía un padre que la quería muchísimo. Cuando Jenny iba a su cama, él se levantaba de su sillón favorito para leerle su cuento preferido. Una noche, cuando terminó el cuento, le dijo:
"Jenny, ¿tú me quieres?", "Oh, sí papá".
"Entonces, regálame tus perlas," le pidió él.
"¡Oh, papá! No mis perlas," dijo Jenny.
"Pero te doy a Rosita, mi muñeca favorita. ¿La recuerdas?, tú me la regalaste el año pasado para mi cumpleaños. Y te doy su ajuar también, ¿está bien, papá?", "Oh, no hijita, está bien, no importa", dándole un beso en la mejilla.
"Buenas noches, pequeña".
Una semana después, nuevamente su papá le preguntó al terminar el diario cuento: "Jenny, ¿tú me quieres?", "Oh, sí papá, ¡tú sabes que te quiero!", le dijo ella.
"Entonces regálame tus perlas". "¡Oh, papá! No mis perlas; pero te doy a Lazos, mi caballo de juguete. Es mi favorito, su pelo es tan suave y tú puedes jugar con él y hacerle trencitas". "Oh, no hijita, está bien," le dijo su papá besándola en la mejilla, "Felices sueños."
Algunos días después, cuando el papá de Jenny entró a su dormitorio para leerle un cuento, Jenny estaba sentada en su cama y le temblaban los labios, "toma papá" dijo, y estiró su mano. La abrió y en su interior estaba su tan querido collar, el cual entregó a su padre. Con una mano él tomó las perlas de plástico y con la otra extrajo de su bolsillo una cajita de terciopelo azul. Dentro de la cajita había unas hermosas perlas genuinas.
Él las había tenido todo este tiempo, esperando a que Jenny renunciara a la baratija para poder darle la pieza de valor.
Y así es también con nuestro Padre Celestial. Él está esperando que renunciemos a las cosas sin valor en nuestras vidas para darnos preciosos tesoros. ¿No es bueno el Señor?
Esto me hace pensar en las cosas a las cuales me aferro y me pregunto:
¿Qué es lo que Dios me quiere dar en su lugar?

martes, 1 de marzo de 2011

Reconciliados con el amor de Dios

Miércoles de Ceniza
El miércoles de ceniza se abre una estación espiritual particularmente relevante para todo cristiano que quiera prepararse dignamente para la preparación del misterio pascual, o sea, el recuerdo de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor.
Este tiempo vigoroso del Año Litúrgico se caracteriza por el mensaje bíblico que puede ser resumido en una sola palabra: "matanoeiete", es decir "Convertíos". Este imperativo es propuesto a la mente de los fieles mediante el rito austero de la imposición de ceniza, el cual, con las palabras "Convertíos y creed en el Evangelio" y con la expresión "Acuérdate que eres polvo y al polvo volverás", invita a todos a reflexionar acerca del deber de la conversión, recordando la inexorable caducidad y efímera fragilidad de la vida humana, sujeta a la muerte.
La sugestiva ceremonia de la Ceniza eleva nuestras mentes a la realidad eterna que no pasa jamás, a Dios; principio y fin, alfa y omega de nuestra existencia. La conversión no es, en efecto, sino un volver a Dios, valorando las realidades terrenales bajo la luz indefectible de su verdad. Una valoración que implica una conciencia cada vez más diáfana del hecho de que estamos de paso en este fatigoso itinerario sobre la tierra, y que nos impulsa y estimula a trabajar hasta el final, a fin de que el Reino de Dios se instaure dentro de nosotros y triunfe su justicia.
Sinónimo de "conversión" es así mismo la palabra "penitencia"... Penitencia como cambio de mentalidad. Penitencia como expresión de libre y positivo esfuerzo en el seguimiento de Cristo.
Juan Pablo II, Discurso del 16-2-1983

Prácticas del Miércoles de Ceniza

El Miércoles de Ceniza la Iglesia procura marcar el inicio de la Cuaresma recordándonos a los cristianos que somos creaturas, que esta vida es tan sólo una preparación y que nuestro verdadero destino es llegar a Dios en la vida eterna. Por lo tanto ese Miércoles recomienda hacer penitencia guardando el ayuno y absteniéndose de comer carne, procurando confesarse y participando en la liturgia de la imposición de la ceniza.